Queridos amig@s y herman@s,
Con las fiestas de Pascuas quiero saludarles una vez más y decirles:
JESUS está VIVO !
Ya tengo la costumbre de escribirles acerca de asuntos que pasaron en mi vida y que son testimonios de la misericordia del SEŇOR !
La historia que les escribiré hoy sucedió el 11 e abril de 2006 cuando se acercaban ya las fiestas de Pascuas. Yo estaba descansando entre una y otra clase con mis alumnos, tomando el café con mi compañera de trabajo quien da clases de alemán. Con ella conversábamos acerca de la fidelidad de Dios y la desobediencia de la gente. De repente sonó mi celular:
- La madre de Damian ? – preguntó una voz femenina.
- Sí, soy yo. – contesté en seguida.
- Por favor venga Usted de prisa en el hospital especializado de cirurgía, su hijo y su amigo sufrieron un accidente con carro. – luego colgó.
Mi amiga y compañera quien era presente de la conversación y la escuchó toda, vio como me puse pálida por la noticia inesperada. Me dijo:
- Ten fe, Tanya, todo saldrá bien, pero luego tú tienes que salir delante de toda la iglesia a dar tu testimonio para el amor de Dios en vuestras vidas.
Yo salí corriendo.
Cuando vine al hospital en la información dije que soy la madre de uno de los niños quienes sufrieron el accidente con el carro.
- Ambos todavía están con los médicos en la sala de urgencias. Piso segundo, Sala sexta. – fue la respuesta.
Cuando subí las escaleras vi a la madre de Plamen – uno de los mejores amigos de mi hijo – ella trabajaba enfermera en las salas de urgencias del dicho hospital. Ella me dijo:
- Dale gracias a DIOS pues nuestros hijos estan vivos, sanos y salvos por un MILAGRO !
- Gracias, JESUS ! – murmuré yo todavía sin comprenderlo todo lo sucedido...
Más tarde ya supe los detalles: un Jeep – Hammer con alta velocidad prohibida en la ciudad iba de prisa por la calle vecina a la de nuestro bloque. Allí mi hijo y su amigo de edad de 10 años iban montados ambos en una bicicleta cruzando la dirección del Jeep. Este tratando de evitar el choque con los niños giró a la derecha y dio con un árbol rompiéndole por total el tronco. Pero no pudo evitar a chocar con ambos amiguitos sino los arrastró junto con la bicicleta unos 5 ó 6 metros. Ya estando ellos sin conciencia y con sangre los llevó el chófer al hospital mas cercano.
Yo comprendí lo grande del milagro que hizo Nuestro Señor y Salvador por mi hijo y por su amiguito solamente cuando vi el tronco del arbol roto... Recién entonces me asusté muchísimo y recién entonces pude dar las gracias a Dios de todo mi corazon y de toda mi mente ! Pues el diametro del tronco del árbol roto era de unos 25 cm y era el árbol vivo con hojitas y pétalos recién florecidos, no era viejo, ni seco, ni muerto ! El Jeep era enorme y poderoso y obviamente iba conduciendo con enorme velocidad !
El amigo de mi hijo ha ensangrentado de la mano izquierda y de la cabeza.
Mi hijo no tenía perdido ni gota de sangre suya ! Resultó que la sangre sobre su ropa y sus extremidades era la de su amigo !
Así es lo que hizo Jesucristo por nosotros! Nos cubrió con SU propia sangre y nos salvó mediante ella! Amén!
